A orillas del Gran Canal, una estructura "flotante" en el aire ha comenzado a tomar forma: el Museo del Gran Canal Beijing-Hangzhou de China (nombre provisional) ha entrado en la fase de acabados y decoración, y se espera que esté finalizado para finales de 2025.
Vista desde lejos, el museo se asemeja a un barco flotando sobre el canal, navegando entre las olas del agua.
El museo tiene una superficie total construida de 185,900 metros cuadrados e incluye el Museo del Gran Canal, el Centro Internacional de Intercambio Cultural sobre el Canal y un centro de conferencias multifuncional.
Como edificio emblemático a orillas del canal, es igualmente importante que su diseño exterior sea destacado y que represente la cultura de manera brillante.
El concepto de diseño del proyecto sigue la idea de "con la a la espalda y el agua al frente". La forma arquitectónica general es sumamente compleja, lo que supone un desafío para la estabilidad estructural durante la construcción. Para resolver este reto, el equipo del proyecto ha implementado tecnologías clave altamente innovadoras.
La búsqueda de la belleza también se ha llevado al máximo. El edificio de base del museo utiliza una fachada de panales compuestos de vidrio esmaltado, siendo esta la primera vez a nivel internacional que se aplica vidrio esmaltado a gran escala en el exterior de un edificio. No solo es estéticamente impresionante, sino que su resistencia a la presión del viento y su capacidad de carga ante la flexión superan los valores de diseño.
Se puede prever que, una vez completado, las placas de vidrio esmaltado, cristalinas y translúcidas, brillarán bajo el sol, complementando las ondas del Gran Canal y tejiendo un deslumbrante cuadro de luz y sombra. En este lugar, la cultura del canal volverá a fluir.